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Por EA3DXR,
Toni Planas (Digigrup-EA3) ¿Qué es APRS? APRS Automatic
Packet/Position Reporting System, o Sistema Automático de Información de
Posición, una tecnología que combina el uso de mapas digitales para
posicionar en ellos estaciones y objetos, mediante un sistema abierto y
transparente, basado en la modalidad de radiopaquete (AX.25). El protocolo o mejor dicho,
la utilización de parte del protocolo, es su única coincidencia con el
radiopaquete tal como lo conocemos. Parte de una filosofía operativa
completamente distinta e incorpora aplicaciones que aprovechan modalidades
digitales tales como SSTV, y otras bien distintas: radiolocalización,
telemetría, etc. que la hacen difícilmente encajable dentro del "radiopaquete
clásico". Es más bien un producto de su evolución. APRS es una marca
registrada de su autor, Bob Bruninga, WB4APR. Un poco de historia Su ideador y primer
desarrollador fue, como se ha dicho, WB4APR quien en ya 1.984 creó un
programa soportado en VIC-20 para el seguimiento de una carrera de caballos de
larga distancia. Este fue el predecesor de lo que actualmente conocemos como
APRS que no hizo su "puesta de largo" hasta Noviembre de 1.992
cuando se presentó oficialmente la primera versión para DOS en la A.R.R.L.
Digital Communications Conference, en New Jersey.
A partir de entonces ha
ido evolucionando e incrementando el número de practicantes, especialmente en
América del Norte donde ya se dispone de una vasta red. Paulatinamente ha
visto incrementadas sus posibilidades a la par que se desarrollaban tanto
programas para diversos entornos y cometidos como interfaces, módems y
equipos. Desde hace años, los principales fabricantes norteamericanos de
TNC (AEA, Kantronics,
MFJ, Paccomm, etc.), han venido incorporado versiones compatibles e
incluso específicas con este sistema. TAPR (1) dispone asimismo de kits para
módems y TNC específicos y de programas para las eproms de su TNC2. Tal es
el auge, que un conocido fabricante japonés de equipos se adelantó a sus
competidores lanzando al mercado, hará más de un año, un modelo portátil
bibanda y tiene a punto de comercializar otro (anunciado recientemente en las
revistas especializadas), para uso móvil. Estos transceptores, además de
incorporar un TNC y módem a 1k2 y 9k6, a través de su pantallita y teclado,
se convierte en un completo terminal para el sistema APRS, entre otros usos,
aparte del clásico servicio analógico. (1) Tucson Amateur
Packet Radio es una asociación norteamericana de radioaficionados,
independiente, líder y referencia obligada en el campo de las comunicaciones
digitales,. Colaboradora habitual de otras asociaciones como la ARRL o AMSAT. De la misma forma han
aparecido nuevos desarrolladores de programas para los entornos más comunes: Windows,
Windows-CE, Macintosh y Linux. Tal evolución
aconsejó la creación de un comité, bajo el amparo de TAPR, en el que han
participado los principales desarrolladores. Fruto de sus deliberaciones,
llevadas a cabo en los últimos meses, se publicó el pasado mes de diciembre
(disponible en www/tapr.org), un documento que es la referencia básica y técnica,
con el protocolo y todas las especificaciones del sistema APRS. En Europa hay actividad
APRS en diversos países, pero no se registra aún con la intensidad del otro
lado del Atlántico aunque va tomando fuerza, especialmente desde hace un par
de años. Por las noticias que tengo se dispone de red estable aunque no muy
extensa en el Reino Unido, Países Bajos, Suiza, Finlandia, Italia, Portugal y
Grecia. En el Estado Español las primeras experiencias que me constan se
hicieron en EA4 (Cuenca) y EA3 (Barcelona). Actualmente existe una incipiente
red estable en las comarcas centrales de EA3. Probablemente la relación deba
ser en realidad más extensa, pero estas son las únicas noticias contrastadas
que dispongo hasta el momento. Si algún lector conoce actividad en otras
zonas, ruego me disculpe y se ponga en contacto para intercambio de información
y experiencias. No tengo noticias acerca de América Latina. También hay
actividad en Japón, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. La instalación básica Distinguimos dos tipos de
estaciones: fijas y móviles. Entre las primeras se hallan las de los QTH de
los radioaficionados y las desatendidas, generalmente ubicadas en sedes de
radioclubes, lugares aislados e incluso remotos, cumpliendo diversas funciones
que detallaré más adelante. Los elementos mínimos e
imprescindibles para disponer de una estación APRS en nuestro QTH, además
del sistema transceptor y radiante, son ·
Módem o TNC para radiopaquete. ·
Ordenador con programa específico
para el sistema APRS.
Hasta hace muy poco era
imprescindible disponer de un TNC, pero ya han aparecido versiones compatibles
con AGWPE (SV2AGW) que permiten incorporar un amplio abanico de módems y
tarjetas. Generalmente se opera a
1200 baudios. El módem o la TNC no precisan, para esa instalación básica,
ninguna característica especial o diferente de los utilizados en la habitual
operación de radiopaquete, debido a que, como se ha dicho al principio, se
basa en el mismo protocolo. En cuanto a los programas
los hay para los entornos más comunes, aunque los más utilizados lo son bajo
Windows (3.x, 95 ó 98). Constan de una pantalla principal en la que se nos
presentan mapas que pueden abarcar zonas geográficas amplias o reducidas, a
nuestra elección. Se recogen en una base de datos con la habilidad de poder
pasar fácil e incluso automatizadamente de uno a otro. Podemos utilizar también
reproducciones previamente escaneadas y referenciadas geográficamente, de
mapas de carreteras, callejeros, físicos, etc. El desplazamiento del
cursor sobre el mapa nos informa inmediatamente de las coordenadas
(longitud/latitud) del punto señalado en cada momento por el puntero y la
cuadrícula correspondiente al QTH Locator. Con este mismo movimiento del
cursor (por ejemplo a través del ratón) podemos averiguar distancias en línea
recta entre dos puntos elegidos y situación geográfica de uno respecto a
otro para, por ejemplo, determinar la teórica orientación de una antena. La información básica
que debemos suministrar al programa, previo a cualquier tipo de operación,
consta del indicativo de nuestra estación, su ubicación precisa en grados,
minutos y centésimas de minuto, características de nuestra instalación
(potencia de salida, tipo de antena, ganancia y altura), así como el icono o
símbolo con el que queremos ser representados o "vistos" por el
resto de estaciones del sistema APRS. Lo habitual, si se trata de la estación
de nuestro QTH, es que elijamos el que reproduce el dibujo de una casa con su
antena, aunque existen hasta 255 posibilidades, según las circunstancias.
Deberemos además informar del tipo de módem, la velocidad y el puerto serie
donde se halla alojado. Con una cadencia
predefinida, las estaciones APRS emiten sus peculiares balizas conteniendo
identificación e información adicional, que son repetidas por una o más
digirrepetidoras especializadas (¡atención! no confundir con los conocidos
nodos de radiopaquete). El resto de estaciones recogen esta información
balizada y la procesan para posicionar en sus mapas las nuevas estaciones o
refrescar la información de las preexistentes. Cuando una estación queda
inactiva, pasado cierto lapso de tiempo, desaparece de los mapas de sus
corresponsales. Estaciones móviles y
repetidores analógicos. Entendemos por estación móvil
desde la instalada en un artilugio mecánico (camión, tractor, todo-terreno,
turismo, motocicleta, bicicleta, barco, barca o yate, aeroplano, ala delta,
parapente, etc.) hasta la que pueda llevar consigo un caminante, senderista o
montañero. Casi todas ellas tienen un icono específico para identificarlas y
distinguirlas del resto. La característica común
que las diferencía de las fijas, es su posibilidad de desplazarse y la
necesidad de recoger de una forma automatizada tal desplazamiento, para que
pueda ser representado, visto y seguido por el resto de estaciones del
sistema. Ello se consigue adicionando otro elemento a la estación: el
receptor GPS.
El receptor GPS
(Global Position System) facilita en tiempo real, entre otros,
datos sobre posición en latitud/longitud, altura, rumbo y velocidad. Para
este menester resulta imprescindible que disponga de una salida de datos
compatible y en un formato estándar: el NMEA 0183. Los datos son
entregados a un TNC o similar, apto para el sistema APRS, que los incorpora a
las balizas a emitir por la estación móvil. De esta forma el resto puede
seguir su evolución a través del mapa y conocer en todo momento su posición
y circunstancias (situación, altura, rumbo, velocidad, etc.). Resulta obvio que las
estaciones móviles tienen, en la mayoría de casos, evidentes limitaciones
operativas respecto de las fijas. Tanto por el volumen de los utensilios, como
por la propia limitación operativa. Por ello habrá desde estaciones
plenamente operativas, capaces de interaccionar perfectamente con el sistema:
enviar, recibir y analizar datos, a otras que deberán limitarse a ser "sujetos
pasivos" emitiendo solamente de forma automatizada los datos de su posición.
A las primeras se las conoce como "full trackers" y a las segundas
como "stand alone trackers". Para paliar esas
limitaciones se han desarrollado circuitos extremadamente pequeños, basados
en buena parte en tecnología PIC y componentes SMD, (ver fig. 1) que integran
tanto la parte de CPU (con el protocolo, acceso a datos GPS, etc.) como el módem.
Hay un amplio abanico de posibilidades donde escoger: desde diseños capaces
de ser incorporados en el soporte de un micrófono de mano, pasando por TNC
miniaturizadas y ultraligeras, hasta equipos como los referidos anteriormente,
que incorporan "todo en uno" transceptor, TNC y terminal, sin
olvidar los programas dedicados a ordenadores de bolsillo. Paralelamente se ha
desarrollado un sistema que aprovecha la red de repetidores analógicos
enviando a través de ellos datos APRS durante la habitual operación en fonía
de una estación móvil, sin interferirla. Se trata, en resumen, de aprovechar
la "cola" de una transmisión a través del repetidor para mandar la
trama APRS automatizadamente (al liberar el PTT). Esta trama es recogida
directamente del receptor del repetidor por un TNC apto para la operación en
squelch abierto. Al comprobar que se trata de una modulación digital la
remite a un transmisor, en un canal específico APRS. Paralelamente, la
recorta antes de entregarla al transmisor del repetidor. Así las estaciones
que estén a la escucha del reemisor analógico solo observan una ligera
demora de pocos milisegundos entre el final de la modulación (al pasar el
cambio o hacer una llamada) de la estación y la "cola" del
repetidor y evitan escuchar el chirrido de la trama, que podría resultar
molesto.
El mismo TNC opera como
una estación más del sistema, emitiendo sus propias balizas por el canal
APRS, con su indicativo, posición e icono específico de repetidor analógico
apto para tal operativa. Así el resto de estaciones pueden identificar fácilmente
el origen de una transmisión. Entre la información facilitada por el sistema
APRS anexo al repetidor analógico pueden incorporarse datos de canal,
potencia, ganancia de antena y obligatoriamente, ubicación geográfica. Así
una estación móvil, convenientemente equipada, puede cercionarse ópticamente
de los repetidores analógicos que están a su alcance, a la par que cualquier
estación fija puede conocer a través de cual de ellos puede efectuar una
llamada a otro colega, en móvil o en QTH fijo. Digirrepetidoras Cada estación individual
puede convertirse en una estación digirrepetidora que dé acceso al sistema a
otras a otras de su entorno con menor cobertura (p.e. móviles). Sin embargo
el peso de esta operativa, para incorporar vastas extensiones de terreno, se
encomienda a estaciones especializadas, anexas frecuentemente a otras analógicas.
Ubicadas en puntos geográficamente
prominentes, dan cobertura por un lado a las estaciones base y por otro se
enlazan con otras digirrepetidoras, trasvasándose la información disponible
en el sistema, de unas a otras. Lo operativa habitual está
en la bandas de V-UHF o superiores. Pero también hay frecuencias específicas
en HF para aumentar cobertura y añadir al sistema lugares muy distantes entre
si. Se han efectuado experiencias con estaciones espaciales (caso de la MIR) y
está previsto en el protocolo la utilización de satélites de
radioaficionado para dar cobertura a estaciones móviles. Otra habilidad, totalmente
desarrollada y operativa, consiste en utilizar enlaces punto a punto a través
de Internet. Es más, todos los programas aptos para APRS incorporan la
posibilidad de conectarse a la red a través de sesiones Telnet, de forma que
cualquier estación pueda disponer a la vez de uno o más puertos en
radiofrecuencia y otro conectado a Internet, con sesiones simultáneas,
trasvasando la información disponible todos ellos. Existen además programas
especializados para servidores de este tipo. En USA está reglamentariamente
contemplado, siempre que la materia del tráfico originado sea de
radioaficionados para radioaficionados o servicios de emergencia civil. Frecuencias A fin de facilitar el
acceso de las estaciones móviles se utilizan frecuencias comunes a lo largo
de todo el territorio. Ya se ha dicho que la operación es a 1200 baudios AFSK.
En Europa la frecuencia generalizada para VHF es 144.800. En los enlaces de
UHF hay disparidad de criterios. En EA3 se está utilizando 433.625. Resulta
casi imprescindible huir de los canales ocupados por servicios de radiopaquete. Otros tipos de
estaciones. Telemetría, meteorología y radiolocalización.
Independientes o anexas a
otras digirrepetidoras, repetidores analógicos o a las del QTH de los
radioaficionados, podemos disponer de estaciones que, de forma automatizada,
faciliten datos de telemetría. Ello permite controlar
permanentemente de forma cómoda por ejemplo, el sistema de alimentación de
un determinado repetidor: la carga de sus baterías, el rendimiento de los
paneles solares, si se está alimentando desde la red, la temperatura de un
determinado circuito, etc. Es factible incorporar alarmas para avisarnos de
situaciones tales como baja carga de batería o desconexión de red, apertura
de puertas o detección de presencia, etc. El protocolo para telemetría
está bien desarrollado y especificado en el sistema APRS. Deberemos ayudarnos
de módems con interfaces especializados y conversores analógico/digitales.
Existen diversos circuitos y kits y además se disponen de bibliotecas de
rutinas para programación. Se han empleado para
experimentación en lanzamientos de globos y sondas. Por sus características,
APRS es muy apropiado para ese tipo de experimentación puesto que la adición
de receptor GPS permite un fácil seguimiento. Dentro de este tipo, las
estaciones más extendidas son sin embargo las meteorológicas. Diversos TNC
incorporan habilidades para recoger los datos de las estaciones domésticas de
mayor difusión (Davis, Huger, Ultimeter, etc.). Como en el caso de los
receptores GPS, imprescindible de que dispongan de salida para datos. Algunos
programas permiten compartir un mismo puerto serie para disponer en el de un
TNC y una estación meteorológica (o un GPS) al mismo tiempo. Las estaciones de telemetría
y las meteorológicas se identifican con su propio icono. Posicionadas en
nuestro mapa, podemos acceder a su información simplemente seleccionándolas
con el "clic" del ratón sobre su icono. Podemos obtener en tiempo
real temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento, evaluación de máximas,
mínimas, lluvia, etc. Menos conocido, pero no
por ello menos interesante, resulta otra habilidad del sistema APRS cual es la
radiolocalización. Hay básicamente dos métodos: por intensidad de campo y
triangulación. Existen utilidades para enlazar con ciertos medidores de
campo. Resulta imprescindible que las estaciones participantes tengan
perfectamente informadas las características de su sistema: potencia,
ganancia, altura y direccionalidad. Información sobre
estaciones de radiopaquete. Si en sus balizas, otras
estaciones operando radiopaquete, bien se trate de individuales o colectivas,
incorporan la cuadrícula de su locator y la emiten por un canal APRS bien sea
de forma directa o a través de alguna digirrepetidora, el sistema las
identifica con un icono específico y pueden representarse en los mapas
correspondientes. Por este método su posición diferirá ligeramente de la
real. Si en vez de la cuadrícula del locator, se programan balizas con
información compatible, la ubicación puede representarse con exactitud. Información de DX La escucha de un canal en
el que un servidor emita tramas UI (en modo desconectado) con informaciones de
DX, permite su captura y, disponiendo previamente de una base de datos de
prefijos, pueden representarse gráficamente las estaciones sobre el mapa, con
su icono correspondiente, frecuencia, hora y demás datos adicionales entre
los que se encuentra los de orientación de antena. Bases de datos Otra facilidad del sistema
consiste en poder disponer de bases de datos diversas: ·
Repetidores analógicos. ·
Nodos, buzones y servidores de DX. ·
Estaciones de servicio de
combustible, áreas de servicio. ·
Puntos de agua. ·
Puestos de primeros auxilios,
policía, bomberos, hospitales, Protección Civil, etc. ·
Puertos y aeropuertos, helipuertos,
talleres, etc. Los datos contenidos en
estas bases son accesibles y modificables por el operador. Deben referenciarse
geográficamente, determinando con exactitud su localización. Pueden
incorporar información adicional tal como dirección, teléfono, nombre del
responsable, indicativo del mismo y frecuencias utilizadas (caso de
repetidores y servidores de radiopaquete). Accesibles mediante
listados en pantalla, permiten además ser incorporadas y retiradas de los
mapas y representarlos con su icono distintivo, que facilita los datos
adicionales al seleccionarlo. Los objetos Hasta ahora hemos visto un
buen número de aplicaciones del sistema APRS. En una red bien dotada, las
estaciones activas disponen de mapas repletos de informaciones diversas de sus
corresponsales, pueden contactar con las móviles y seguir su ruta, conocen
las condiciones climatológicas de un determinado punto, monitorizar datos
relevantes para el control y mantenimiento de repetidores analógicos. etc.
etc. Pero esto no es todo: una de la utilidades más potentes del sistema son
los objetos. Entendemos por objetos,
iconos que pueden representar camiones de bomberos, helicópteros, aeronaves,
vehículos de policía, ambulancias, personas, animales, etc. Pero también
elementos climatológicos: lluvia, granizo, viento, nieve, hielo, tornado,
tormenta, etc. Y situaciones diversas: incendio, inundación, hundimiento,
presencia humana o animal, colapso de trafico, etc. Estos objetos pueden ser
editados por cualquier estación, que escoge el icono con los que va a
representarlos, su ubicación geográfica, nombre y datos adicionales. Es
posible, de forma automatizada y mediante la baliza correspondiente, informar
de su existencia al resto de estaciones que, automáticamente, los verán
representados en sus correspondientes mapas. Si el objeto varía de ubicación,
una nueva edición por parte de su originador o de cualquier otra estación,
informa de esta circunstancia al resto y refleja la nueva posición en los
mapas. También es posible eliminarlos, informando de ello al resto de
estaciones y literalmente, "hacerlos desaparecer del mapa". Como se deduce, esta es
una herramienta muy potente para temas de protección civil e información
general. En USA se dispone de enlaces con servicios de emergencia que
facilitan telemáticamente datos, como los relativos a la evolución de
tornados y huracanes. Esta información es redistribuida a través de la red
APRS y, al compararla con la de las estaciones meteorológicas de la zona por
donde evoluciona el fenómeno, puede resultar de gran utilidad. Los programas permiten
optativamente conservar las tramas recibidas en sendos ficheros, por lo que a
posteriori es posible reproducir (como si de una moviola se tratase)
determinadas situaciones o acontecimientos. También es posible
informar automatizadamente sobre la posición de aeronaves comerciales
mediante la recepción y proceso de las radiobalizas del sistema ACARS (130
Mhz AM) que entre otros datos facilitan posición, tipo de aeronave y compañía.
No es preciso que cada estación disponga de un receptor para ACARS, con una
sola de ellas, bien posicionada y con antena adecuada, puede cubrir un amplío
espectro e informar y actualizar datos para el resto. La mensajería APRS también contempla el
envío de mensajería. pero solo como soporte para el diálogo entre
operadores ("talk") y sistema de avisos y noticias. Se trata pues de
mensajes personales, boletines y anuncios breves de interés general. El
protocolo prevé la confirmación de recepción automatizada por parte del
destinatario. Los anuncios y boletines
se retransmiten con una cadencia predeterminada. Mayor al principio, cada vez
más espaciada en las horas y días siguientes. Tanto los mensajes personales
como boletines son transparentes a todos los usuarios. Al existir utilidades
de búsqueda, es posible enviar un aviso a una determinada estación móvil.
Cuando alcance área de cobertura recibirá el mensaje y el originador, su
acuse de recibo. En resumen, una utilidad que guarda cierto paralelismo a los
mensajes de texto para telefonía móvil. Los grupos de
distribución Como se ha dicho al
principio APRS es un sistema abierto y transparente. Ello implica que todas
las estaciones tienen acceso a todo el tráfico, mensajería e informaciones,
con una única limitación: la geográfica. En una zona con mucha actividad
ello puede representar un inconveniente por exceso de saturación informativa
en los mapas. Para evitarlo existen los
grupos de distribución. Los originadores de la información pueden dirigirla
a grupos de interés genéricos o específicos. Los receptores tienen la
potestad de limitar la que desean ver y procesar. Así es posible que una
estación tenga únicamente disponible la información meteorológica y obvie
el resto. O que un grupo de estaciones que participen en un evento determinado
"vean" únicamente al resto de estaciones participantes y hagan
"oídos sordos" al resto. Pero ello siempre parte de una
autolimitación personal. El sistema le facilita toda la información, de
forma abierta y transparente. Dispersión meteórica
(MS) Las balizas APRS resultan
apropiadas para la operativa en MS y el protocolo contempla el desarrollo de
contactos tanto en "random" como con cita previa. Aunque los
resultados más satisfactorios se obtienen en 50 Mhz, hay actividad también
en 144 Mhz. Se suele trabajar con velocidades entre 2k4 y 9k6 bps. Una estación baliza de la
ARRL suele estar activa durante los períodos de lluvias más fuertes. El protocolo Lo que sigue es una breve
pincelada acerca del protocolo que, debido a su especificidad, requiere capítulo
aparte. Como se ha dicho, APRS se
basa en el protocolo AX.25. Pero toda la operación se realiza exclusivamente
mediante tramas "UI" (de información, no numeradas) y por lo tanto
en modo desconectado. La información contenida en estas tramas o "paquetes"
tiene un formato especial, perfectamente definido en el subprotocolo APRS para
que pueda ser procesada correctamente. Se utilizan digirrepetidores (el
comando UNPROTO TO VIA, juega un papel fundamental) un tanto "sui géneris"
pues, entre otras características, pueden accederse e identificarse mediante
alias genéricos. Se aprovecha el campo TO para la identificación (icono) y
el grupo de distribución. Es habitual además, usar algoritmos para comprimir
la información y otros métodos completamente distintos al radiopaquete para
abreviar la longitud de las tramas y evitar colisiones. Esta operativa recuerda
bastante la empleada en TCP/IP para enlaces de radioaficionados en modo
datagrama: utilizamos las tramas AX.25 "puertas afuera" como medio
de transporte de las que contienen el propio protocolo, que son procesadas y
ejecutadas "puertas adentro". En permanente
desarrollo En fase de experimentación, Bob Bruninga, WB4APR, está desarrollando un sistema que combina la tecnología APRS con SSTV, para la recepción automatizada de imágenes. Otros grupos han implementado procesos que permiten corregir la desviación inducida en el sistema GPS (DGPS). Frecuentemente van apareciendo nuevas versiones de programas, desarrollo de procesos y módems o equipos especializados.
Conclusión APRS ha supuesto en América
del Norte una entrada de "aire fresco" en las CC.DD. para
radioaficionados. El radiopaquete y los sistemas de información en tiempo
diferido están perdiendo la batalla frente a Internet. Desde hace mucho
tiempo hay síntomas más que evidentes de ello: ·
El número de usuarios decrece. ·
La aparición de nuevas versiones
y utilidades cada vez es más espaciada. Aunque nos duela
reconocerlo, porqué desearíamos poder hacer lo mismo a través de nuestros
equipos, acabamos rindiéndonos ante la evidencia de que buena parte de la
información relevante se ha obtenido a través de la "red de redes"
y que por tanto resulta más cómodo, económico y rápido ir directamente a
la fuente. Si a ello le añadimos que
la mensajería se halla repleta de vanalidades, acabamos pensando que
"para este viaje no hace falta tantas alforjas". Los radioaficionados
volvemos la mirada al QSO "teclado a teclado". Ello explica la
pervivencia del RTTY y su evolución hacia modalidades muy eficaces como el
PSK31. Curiosamente, aunque todos los sistemas de radiopaquete incorporen
facilidades para ese tipo de contactos, al menos en España, son las menos
utilizadas. Probablemente porqué la deficiente gestión de nuestra red,
resulta un obstáculo para ello. Esto no es en absoluto una
crítica, sencillamente una constatación. Tampoco creo que el radiopaquete
vaya a desaparecer. Pero deberá evolucionar. O la alternativa sería que, al
cabo de unos años, quedase como pieza de museo utilizada solamente para
algunos románticos entre los que me quisiera contar. Y precisamente APRS nace y
se presenta en Norteamérica (siempre por delante de los europeos en estas
materias), como una evolución del radiopaquete, porqué: ·
Incorpora tecnologías emergentes. ·
Proporciona un amplio campo de
experimentación, tanto radioeléctrica como informática. ·
Aporta utilidad a sectores con
intereses diversos. ·
Es una herramienta eficaz en
materia de información y protección civil. ·
Potencia el contacto OM a OM,
teclado a teclado. ·
Para estaciones fijas y
especialmente para las móviles, facilita el contacto a través de los
repetidores analógicos. ·
No requiere una inversión
importante a los nuevos usuarios: aprovecha elementos comunes en cualquier
estación. ·
Se basa en una tecnología
conocida y resulta de fácil instalación. ·
Los programas tienen un entorno
amable (gráficos, mapas) y manipulación intuitiva. ·
Existe abundante documentación e
información. Continuará Esta ha querido ser una
visión general pero necesariamente incompleta del sistema APRS. Quedan
aspectos importantes por tratar, que procuraré analizar en sucesivos artículos: ·
El protocolo y la gestión de la
red ·
Las herramientas: módems y
programas Cordiales 73 de Toni
Planas, EA3DXR e-mail: ea3dxr@amsat.org Revisión
22/01/2000 |
Última modificación: 16/12/2001
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